Nació en Orihuela el 30 de octubre de 1910 y murió en Alicante el 28 de marzo de 1942. Hijo de una familia humilde y criado en el ambiente campesino de Orihuela, de niño fue pastor de cabras y aunque recibe educación primaria y cursa el bachillerato, abandonó los estudios por orden de su padre para dedicarse al pastoreo.

Acude frecuentemente a la Biblioteca Pública y los libros serán su principal fuente de educación, convirtiéndose en una persona autodidacta. Los grandes autores del Siglo de Oro: Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y, sobre todo, Luis de Góngora, se convertirán en sus principales maestros.

También conoció la producción de autores como Rubén Darío o Antonio Machado. Participó en las tertulias literarias locales organizadas por su amigo Ramón Sijé. Con veinticuatro años viajó a Madrid y conoció a Vicente Aleixandre y a Pablo Neruda; con este último fundó la revista Caballo Verde para la Poesía.

Tras el triunfo del Frente Popular colaboró en las Misiones Pedagógicas, movimiento de carácter social y cultural. Terminada la guerra regresó a Orihuela, donde fue detenido. Condenado a muerte, luego se le conmutó la pena por la de cadena perpetua. Después de pasar por varias prisiones, murió en el penal de Alicante víctima de tuberculosis.

Su obra

El estilo de su obra y su relación con los representantes de la Generación del 27 hacen que se le considere el miembro más joven de esta última. Su primer volumen de versos, Perito en lunas (1933) está influenciado claramente por la obra de Góngora. En 1934, comenzó El rayo que no cesa publicado en 1936. En diciembre de 1935 muere su amigo de toda la vida, Ramón Sijé dedicándole una Elegía.

En 1936 se alistó como voluntario en el ejército republicano. Durante la contienda contrajo matrimonio con Josefina Manresa, publicó diversos poemas en las revistas El Mono Azul, Hora de España y Nueva Cultura.

Durante la Guerra Civil cultivó la llamada poesía de guerra, una serie de poemas reunidos en Viento del pueblo (1937), que incluyó «El niño yuntero». También crea El hombre acecha (1939) y Teatro en la guerra (1937).

Mientras se hallaba en la cárcel escribió Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941) donde expresa su dolor por la separación de su mujer y sus hijos (Hijo de la luz y de la sombra, Nanas de la cebolla) y la angustia de la guerra.

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.(…)