Miles de jóvenes, desconocidos por la mayoría de los ciudadanos, han pasado la noche acampados en el centro de Madrid. PILAR VELASCO 18-05-2011.Cadena SER.

El Movimiento 15-M es masivo y resulta complicado definir quién está detrás ya que ha ido ampliando y cambiando su estructura en los últimos días. Desde que surgió su embrión los momentos álgidos han sido la manifestación de Juventud sin Futuro el 7 de abril; la convocada el 15 de mayo por Democracia Real Ya (DRY) y la sucesión espontánea de acampadas en más de dieciocho ciudades españolas que da forma al Movimiento 15M. Aunque pudiera parecerlo, DRY no asume la convocatoria. En este momento hay más de dieciocho por todo el país.

La primera asamblea general del campamento de Sol, martes 17 de mayo a las 20.00 de la tarde pasó de los 300 asistentes del domingo a unos 2.500 del martes. El abanico se ha abierto, la plataforma sigue apoyando los actos a los que se suman ciudadanos, profesores universitarios, políticos de formaciones minoritarias y a título individual, intelectuales, militantes de izquierdas que han dado su apoyo abiertamente al Movimiento 15M.

¿Cómo se organizan en el campamento de Sol?Lo hacen en grupos de trabajo de 10 a 40 personas. Son las comisiones. Más de una decena de ellas en debates de unas ocho horas discuten sus puntos de vista. Luego los pondrán en común en Asambleas Generales. Votan por mayoría cada punto y ratifican el manifiesto al que se adhieren en cada una de ellas.

¿Qué comisiones hay?Sobre el caballo de Carlos III, en la céntrica Puerta del Sol de Madrid, donde han amarrado las cuerdas que sostienen las lonas del campamento atadas a las farolas, hay una cartulina con un esquema de las comisiones. Desde los círculos de trabajo, muy activos, la comisión de Información, por ejemplo, se dedica a elegir el portavoz que se comunicará con los medios o ir por la plaza avisando a los otros jóvenes de las últimas novedades. Si la policía se mueve, si intuyen que pueden cargar con motivo de la ley antibotellón o cualquier otra norma, se avisan entre ellos o a través de megafonía. La segunda noche, muchos bebían Acuarius, agua, coca cola… «para no dar excusas», decían, de un posible desalojo.

La comisión de Arte y Decoración se dedica a decorar la plaza, estética que va de las pancartas a las flores. Un joven portavoz explicaba a un grupo a qué se refería: «He traído flores por si los agentes cargaban poder dárselas, como no lo han hecho, podríamos ponerlas en el caballo». La comisión de Vigilancia se encarga de que todo esté en orden; hay otra comisión de imagen; de Seguridad; de Comida; otra para organizar el campamento y otra legal, entre otras. Son conscientes de los problemas legales que supondría cualquier incidente. Desde el primer día hay turnos de letrados voluntarios que pertenecen a la Asociación Libre de Abogados.

¿Cuáles son sus propuestas?Los grupos de trabajo pretenden llegar a un documento final, a un programa que recoja unos mínimos en común en materia de ideas y propuestas. Algunas de sus reivindicaciones son las siguientes: el impuesto sobre los capitales especulativos, conocido como tasa Tobin; la revisión y petición de transparencia sobre el trabajo de la Fiscalía General del Estado; una petición de un grupo que se encargue de perseguir de manera eficaz los delitos de corrupción; la reforma de la ley electoral en un sentido proporcional que favorezca a todas las opciones políticas; establecer un límite a las donaciones privadas y la limitación del gasto en campaña; la transformación de la vivienda vacía en vivienda de protección oficial; reforma de los decretos que regulan los delitos de guante blanco; la expropiación de las fábricas abandonadas y creación de cooperativas de trabajadores; la derogación del sistema de pensiones y la reforma laboral; la ley de las ETTs o la del contrato basura, etc. Son propuestas concretas que acompañan a un ideario común recogido en el manifiesto de partida, colgado en la red y al que todos se acogen.

¿De dónde surge?¿Quiénes son Juventud sin Futuro? Engloba a casi todos los colectivos universitarios de las facultades públicas madrileñas; la Coordinadora de institutitos de Madrid; de formación profesional, organizaciones formales e informales, un entramado de grupos y asociaciones vinculado a las aulas. Tras el éxito relativo de Juventud sin Futuro con la manifestación del 7 de abril, se registró Democracia Real Ya (DRY) hace cuatro meses con la intención de que la protesta no fuera únicamente de jóvenes. DRY fundó la Plataforma de Coordinación de Grupos Promovilización Ciudadana, donde empezaron a sumarse todo tipo de ONGs, Attack, grupos vecinales, de la red, etc. hasta sumar más de doscientas organizaciones. Cuando se juntaron, el manifiesto ya estaba prácticamente redactado por los internautas de DRY. Desde el grupo de Facebook de DMY – coordinado desde Madrid – se puso la siguiente fecha clave, el 15 de mayo, y el lema «Toma las calles» se debatió junto con el resto del contenido del manifiesto.

En el arranque de Democracia Real Ya había mucha gente de Barcelona, blogueros jóvenes, gente en internet de todas partes… En una lógica similar a las movilizaciones de la Vivienda Digna (una cadena de correos que empiezan a pasarse hasta derivar en las primeras asambleas). En dos meses de movimientos por Internet se adhiere mucha gente», explica una portavoz de JSF. También ha habido asambleas donde se han visto en persona, algunas en la casa okupa de Madrid El Patio Maravillas y otras informativas y abiertas para quien quisiera asistir, como la de finales de abril en el parque del Retiro.

A la pregunta de si el objetivo final es condicionar las elecciones municipales del 22M, un representante asegura que se trata de «un pulso de mayor calado. Tiene un plazo más largo, el objetivo se sitúa en la participación directa de la gente, unos organizados y muchos otros que no lo están ni lo han estado nunca. En este momento, DRY no sabe muy bien qué hacer con lo que tiene entre manos». ¿Qué puede pasar ahora? «No lo sé, no hay un punto simbólico que canalice el descontento. En el 13M de 2004 había una fecha, un lugar y una hora. La sede del PP era el foco del ‘indignados’, ahora existe ese referente».